José Manuel Albares rechaza calificar a Venezuela de dictadura: “No soy politólogo ni catedrático”
España no entra en la escalada diplomática lanzada por Venezuela. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha tratado de quitar hierro a la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y llamar a consultas a su representante en España, Gladys Gutiérrez.
“Convocar a un embajador, yo lo he hecho en varias ocasiones, es una decisión soberana de cada Estado y no hay nada que comentar”, ha dicho en una entrevista en Radio Nacional de España. “Trabajamos para tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela […] pienso en los 200.000 españoles que viven en Venezuela y otro tanto de venezolanos en España, en las relaciones intensas y en los intereses empresariales de empresas muy importantes que proveen de trabajo a miles de venezolanos”.
José Manuel Albares no ha querido responder a la pregunta de si el Gobierno de Maduro es una dictadura, como lo definió anoche su compañera de Consejo de Ministros, Margarita Robles, desatando la represalia de Caracas. “El ministro de Exteriores no es politólogo ni catedrático de Derecho constitucional, no tenemos que poner calificativos”, ha afirmado el jefe de la diplomacia española.
Carga contra el Partido Popular
El ministro asegura que España ha liderado la posición de la Unión Europea sobre Venezuela. “Fui el primero que pidió que se enseñaran las actas”, ha subrayado. La oposición ha publicado el grueso de los documentos que probarían que Edmundo González, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, ahora exiliado en España, es el ganador de las elecciones. El Gobierno de Pedro Sánchez rechaza reconocerle aún como presidente electo, aunque el presidente le recibió este jueves en Moncloa como gesto.
Albares subraya que son muy pocos los países que han calificado a González como presidente electo. Ni siquiera Estados Unidos, que sí ha reconocido la victoria del opositor, se ha referido a él como tal. Quedan cuatro meses antes de que, el 10 de enero, se produzca la investidura del próximo jefe de Gobierno del país latinoamericano.
El ministro no ha rechazado un posible encuentro con Nicolás Maduro. Él dialoga frecuentemente, dice, con sus homólogos en países como Colombia o Brasil, que son clave para la resolución de este conflicto, “para que la solución final a esta crisis sea una solución soberana, pacífica y democrática”.
Rechaza las críticas del Partido Popular a la postura del Gobierno español, y le pide que “miren hacia dentro” y en lugar de preocuparse por definir las dictaduras de todo el mundo, califiquen como tal a la dictadura de Franco.