Conflicto diplomático entre Italia y Francia a raíz de un avión siniestrado hace 43 años
De forma inesperada, este fin de semana se ha desatado un conflicto diplomático entre Francia e Italia a raíz de un hecho ocurrido hace 43 años. El ex primer ministro italiano Giuliano Amato (1992-93 y 2000-2001) ha acusado a Francia de ser el autor del derribo de un avión civil en 1980 el que murieron 81 personas, por lo que ha instado a París a pedir perdón. El derribo, al parecer, se produjo mediante el uso de un misil y ocurrió por error.
Amato ha lanzado esta acusación en una entrevista publicada este sábado por el diario ‘La Repubblica’ en la que ha explicado que el objetivo francés era matar al entonces líder libio, Muamar Gadafi, pero el misil acabó impactando por error en un avión civil.
La aeronave, un DC9 de la aerolínea italiana Itavia, se estrelló en el Mediterráneo cerca de la isla italiana de Ustica el 27 de junio de 1980 sin que hasta ahora se hayan esclarecido las causas, lo que disparó las especulaciones sobre un posible combate aéreo entre aviones libios y de la OTAN o a la existencia de una bomba a bordo. En estos años, el incidente ha sido objeto de varias investigaciones judiciales, pero ninguna logró dar un un resultado claro.
Petición de disculpas
Ahora, Amato, de 85 años, ha revelado que “la posibilidad más probable” es el derribo por un avión de combate francés y por ello ha emplazado al presidente francés, Emmanuel Macron, a disculparse en nombre de Francia. “El silencio no me parece que sea la solución”, ha indicado.
En respuesta a esta revelación, el Gobierno francés ha señalado que en su día ya dio toda la información que tenía sobre aquel incidente, pero ha añadido que colaborará de nuevo con Roma, si se lo pide, ante las alegaciones de la eventual responsabilidad francesa.
En esta entrevista, el ex mandatario italiano, ha señalado: “La versión más creíble es la de la responsabilidad de la Fuerza Aérea francesa, con la complicidad de los estadounidenses” y de otros países de la OTAN. Amato ha lamentado que Francia y la OTAN no hayan aclarado lo sucedido y habla de “un crimen por razones de Estado”. “¿Por qué seguir ocultando la verdad?”, se pregunta retóricamente antes de contestar que “ha llegado el momento de arrojar luz sobre un terrible secreto de Estado -o mejor dicho- un secreto de Estados”.
El veterano político italiano también ha cargado contra el actual presidente francés, y se ha preguntado: “Por qué un joven presidente como Macron, ajeno también a la tragedia de Ustica, no quiere eliminar la vergüenza que pesa sobre Francia. Y sólo puede eliminarla de dos maneras: demostrando que esa tesis carece de fundamento o, una vez comprobada su validez, ofreciendo una profunda disculpa a Italia y a las familias de las víctimas en nombre de su Gobierno”.
Meloni
Ante la gravedad del anuncio hecho por Amato, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, le ha solicitado que ponga “a disposición del Gobierno” los elementos de los que dispone para asegurar que el avión que se estrelló en el mar en la isla italiana de Ustica (sur) en 1980, con 81 personas a bordo, fue derribado por un misil francés con el que se pretendía matar al fallecido dictador libio Muamar al Gadafi.
“Las de Amato son palabras importantes que merecen atención”, aunque responden a “deducciones personales”, ha escrito Meloni en sus redes sociales, en las que recuerda que “ningún acta relativa a la tragedia del DC9 está amparada por el secreto de Estado y que las autoridades judiciales y las comisiones parlamentarias de investigación han llevado a cabo un gran trabajo a lo largo de décadas”.
Por eso, “pido al presidente Amato saber si, además de las deducciones, está en posesión de elementos que permitan volver a las conclusiones del poder judicial y del Parlamento y ponerlos a disposición del Gobierno para que pueda dar todos los pasos consiguientes”, añadió Meloni.
La tragedia de Ustica, uno de los mayores enigmas de la aviación italiana, sigue envuelta en el misterio más de cuatro décadas después, pues las investigaciones posteriores apuntaron a que fue abatido, pero nunca se conocieron las causas ni los autores.
Amato sostiene que “el plan era despellejar a Gadafi, que volaba en un MIG de su fuerza aérea. Y el plan era simular un ejercicio de la OTAN, con muchos aviones en acción, en el curso del cual se dispararía un misil contra el líder libio: el ejercicio era un montaje que permitiría hacer pasar el ataque por un ‘accidente involuntario'”.
Chivatazo de Bettino Craxi
Sin embargo, las cosas sucedieron de forma diferente, ya que “Gadafi fue advertido del peligro (por el fallecido líder socialista italiano Bettino Craxi, dice) y no subió a su avión. Y el misil lanzado contra el MIG libio acabó impactando en el Itavia DC9 que se hundió con ochenta y un inocentes dentro”, añadió el expresidente del Tribunal Constitucional italiano.
Estas declaraciones han levantado una polvareda de reacciones, desde las familias de las víctimas, que agradecen sus palabras, hasta quienes las consideran erróneas históricamente, aunque la mayoría piden que aporte pruebas.
La presidenta de la asociación de los familiares de las víctimas, Daria Bonfietti, aseguró que las palabras de Amato “son muy importantes y una correcta reconstrucción de todo lo que hay en los documentos, que sabemos desde hace años”. Ahora “espero algo de Francia y que el Gobierno italiano actúe para hacerse responder. No está bien que nuestros aliados nos traten así”, agregó a los medios locales.
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El vicepresidente Matteo Salvini dijo que las palabras de Amato “son de una gravedad sin precedentes”, pidió saber “si existen elementos concretos que respalden sus palabras” y añadió: “Dado el peso de las declaraciones y su papel relevante en el momento de los hechos, esperamos los comentarios de las autoridades francesas”.
Por su parte, la hija de Bettino Craxi, el líder socialista que según Amato avisó a Gadafi de que iba a ser atacado, ha señalado que Amato confunde las fechas, pues su padre sí alertó al líder libio, pero en 1986. “Es una reconstrucción que impacta por las imprecisiones históricas que contiene”, dijo Stefania Craxi, senadora de la conservadora Forza Italia.