Blair aconseja a nuevo primer ministro británico que tenga un “plan para controlar la inmigración”
El ex primer ministro laborista Tony Blair instó el domingo al nuevo jefe del gobierno británico, Keir Starmer, de su misma formación política, a tener un “plan para controlar la inmigración”, en una columna en el Sunday Times.
El exlíder laborista advierte de la amenaza planteada por el partido de extrema derecha Reform UK, de Nigel Farage, uno de los impulsores del Brexit, y la tercera fuerza más votada en las elecciones tras los laboristas y conservadores, con 4,1 millones de votos (14,3% de los sufragios).
Aunque los votos obtenidos por Reform UK provienen de electores desencantados que anteriormente votaron al Partido Conservador, el éxito de la formación de Farage constituye, en opinión de Blair, “un desafío también para los laboristas”.
Reform UK obtuvo 5 diputados, mientras el Partido Liberal Demócrata, con un 12,2% de los votos, logró 72, debido al sistema electoral británico, donde solo el partido ganador de cada una de las 650 circunscripciones obtiene el escaño en el Parlamento.
Blair, que logró el mayor número de diputados en la historia del laborismo, al hacerse con 418 escaños en las elecciones de 1997, seis más que los conseguidos por Starmer (412) en los comicios del jueves, señala en el artículo que “si no tenemos reglas, tenemos prejuicios“.
“Las cuestiones culturales, tanto o más que las cuestiones económicas, han estado en el centro” de estas elecciones, estima Blair, primer ministro laborista hasta 2007, que se mantuvo silencioso durante la campaña electoral.
Blair advierte asimismo que “la política británica tiene mucho en común con la política europea“, donde los partidos políticos tradicionales “están sufriendo una desestabilización”, citando el ejemplo de Francia e Italia.
El expolítico defiende también la introducción de una tarjeta de identidad numérica para los británicos, “para que sepamos quién tiene derecho a estar aquí”.
El documento nacional de identidad no existe en el Reino Unido y el año pasado, por primera vez, durante unas elecciones locales en Inglaterra, se impuso la obligación de presentar un documento de identidad con fotografía (pasaporte, permiso de conducir), lo que despertó una feroz oposición.
El flamante ministro laborista de Comercio, Jonathan Reynolds, descartó este domingo en Radio Times la idea de un documento de identidad digital, al señalar que “no forma parte” de los planes del gobierno. Reynolds, en una declaración anterior, había dicho que su gobierno “examinará todo tipo de ideas” para controlar la inmigración.