La poblaciĆ³n de Sujumi, la capital del estado no reconocido de Abjasia, este viernes dijo basta. El proyecto de ley contemplaba un acuerdo de inversiĆ³n con Rusia que no fue del agrado de la poblaciĆ³n de este Estado no reconocido internacionalmente, considerado por la comunidad internacional como parte de Georgia. Miles de manifestantes se presentaron a las afueras del Parlamento para mostrar su descontento y llegaron incluso a entrar en el edificio.
El proyecto de ley permite que los rusos puedan comprar legalmente terrenos e inmuebles en territorio abjasio, algo que los activistas locales creen que minarĆa el poder local. Actualmente, Sujumi ya depende en gran medida de MoscĆŗ, ya que el 72% de su facturaciĆ³n comercial viene de Rusia y utiliza el rublo como divisa, ademĆ”s de ser su principal garante para su independencia sin el control de Tiflis. Incluso en 2011, la mitad de su presupuesto provenĆa de Rusia, aunque no hay datos exactos sobre aƱos mĆ”s recientes. Este proyecto de ley estĆ” impulsado por el presidente del territorio AslĆ”n Bzhania, que lleva dos aƱos luchando para que salga adelante. Antes de que la multitud entrara en el Parlamento, el ministro del Interior BeslĆ”n Jagba, fue a hablar con la muchedumbre, segĆŗn informa la agencia rusa TASS, pero no consiguiĆ³ apaciguar a las masas. El caos obligĆ³ a los diputados abjasios a posponer el debate sobre dicha ley otro dĆa por ahora sin determinar.
La situaciĆ³n en el corazĆ³n de la ciudad del mar Negro fue tensa: un vehĆculo atravesĆ³ la valla metĆ”lica alrededor del Parlamento y los manifestantes usaron piedras y palos contra la policĆa. Estos respondieron con gases lacrimĆ³genos y se escucharon disparos en el lugar. Un camiĆ³n de bomberos colocado en la entrada intentĆ³ impedir el acceso al interior del edificio aunque finalmente los manifestantes lograron entrar. Medios independientes rusos apuntan que al menos hay dos heridos.
CercanĆa a Rusia
Rusia tiene una influencia muy fuerte sobre Abjasia y Osetia del Sur, otro territorio en la misma situaciĆ³n que Abjasia, tanto polĆtica como econĆ³mica, y le sirven como herramienta de presiĆ³n contra Georgia. Puntualmente, amenaza con anexionarlos, especialmente el segundo territorio, para unirlo la RepĆŗblica de Osetia del Norte, una subdivisiĆ³n ya existente en Rusia. La relaciĆ³n, sin embargo, no es idĆlica, pues Rusia ya pidiĆ³ a ambos territorios ser menos dependientes de MoscĆŗ y el pasado septiembre cortĆ³ las ayudas econĆ³micas a Abjasia por no aprobar medidas que MoscĆŗ lleva buscando desde hace tiempo entre ellas,Ā legalizar que los rusos puedan comprar apartamentos en Abjasia. El Ministro de Asuntos Exteriores SerguĆ©i Shamba tildĆ³ la represalia rusa de “duro golpe“.
Abjasia es uno de los ejemplos mĆ”s paradigmĆ”ticos de lo que se conoce como Estado sin reconocimiento forĆ”neo. No reconoce la autoridad de Georgia, el paĆs que cuenta con legitimidad para reclamarla, controla su territorio, pero muy pocos paĆses del mundo lo reconocen como su igual. AdemĆ”s de MoscĆŗ, otros aliados cercanos como Venezuela, Siria, Nicaragua y Nauru tambiĆ©n lo consideran un estado.
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